Este plato típico de Bélgica se llama Konijn met pruimen, Conejo con ciruelas pasas, y era una de las pocas cosas que reconocía en las cartas cuando estaban solo en neerlandés. Así aprovecho y os cuento de la cerveza, que es un tema muy serio en Bélgica. En quince días hemos probado muchas cervezas, pero nos harían falta meses para probar todas sus variedades. A la vuelta a Madrid podemos seguir comprándolas en La Maison belgue, en Santa María de la Cabeza, 42, pero que también sirve online.
Aunque son muy famosas, sólo hay media docena de cervezas de abadía, que son las que empezaron a fabricar los monjes cuando el agua era tan insalubre que sus congregaciones les dieron permiso para hacer y beber cerveza en lugar de agua. Ahora sólo algunas abadías trapenses siguen elaborando cerveza, entre ellas Orval, Rochefort y Chimay. Estuvimos en la de Orval, que es la única que permite el paso a sus jardines y minimuseo. También vimos el museo de la cerveza de Brujas, de la fábrica De Halve Maan (La media luna) donde se fabrica la Brugge Zost local y para colmo nos fuimos a Poperinge, al museo de lúpulo (sí, hay un museo dedicado sólo al lúpulo). Pero no sólo de cervezas de abadía vive la mujer, todas las demás fábricas también tienen cervezas exquisitas. De las más curiosas, la Hopus que probamos en Amberes, que servían la cerveza en una copa pero el fondo de la botella que tenía toda la levadura posada, lo servían aparte en un chupito. Alimento puro dicen.
Al lío, que me pongo a hablar de cerveza y se me va la pinza. El conejo.
Ingredientes
1 conejo de 1.5 kg. troceado no muy pequeño (como en octavos)
3 cebollas
3 cervezas belgas
3 cucharadas de harina
3 dientes de ajo
2 pimientas de olor (pimienta de Jamaica/allspice)
2 hojas de laurel
2 rebanadas de pan untadas de mostaza
1 trozo de panela (o 2 cucharadas de azúcar moreno)
1 ramita de romero
1 chorrito de vinagre de manzana
1 cuchara sopera de mantequilla
sal y aceite de oliva
Lo primero es salar los trozos de conejo y enharinarlos.
En una sartén o cazuela ponemos unas tres cucharadas de aceite y cuando está caliente sofreímos el conejo por tandas, hasta que se dore ligeramente. No hace falta que se haga en exceso, es para que los jugos se queden en el interior del conejo y quede sellado. Así:
Una vez todo el conejo está sellado, se reserva. Picamos todas las cebollas.
En una olla de fondo grueso ponemos la mantequilla y un chorrito de aceite a fuego medio, no muy caliente y se rehoga la cebolla con una pizca de sal hasta que se pone transparente. Se añade el laurel, el romero, la pimienta y los ajos enteros. Se le da unas vueltas y se añade la panela rallada o partida en trocitos hasta que se disuelva y caramelice la cebolla.
Mientras, se deshuesan, se cortan en trozos las ciruelas pasas y se añaden.
Se deja rehogando unos minutos y se añade el conejo que teníamos reservado.
Ahora se añade la cerveza, yo usé Leffe brune, pero cada uno la que tenga a mano. Si es oscura, la salsa sale marrón, si es cerveza clara pues saldrá más clara, lógico.
La verdad es que usé 2.5 botellas y la otra mitad me la tomé yo mientras cocinaba, pero con 2 botellas también hubiera salido bien. Lo digo por si queréis usar sólo 2 y la otra os la tomáis mientras se cocina.
Ahora se parten dos rebanadas de pan (de hogaza, de molde o como en mi caso de pita, que es lo que había a mano), se untan con mostaza y se ponen boca abajo en el caldo.
Y ya no hay que hacer nada más, esperar que el pan se deshaga y la salsa espese, una hora a fuego medio-bajo, cuidando que no se pegue al fondo. Se puede hacer de un día para otro, que como todos los guisos gana, o se puede congelar. De acompañamiento: yuca frita, patacones, arroz blanco, cuscús, puré de papa...cualquier cosa que empape salsa.
No comments:
Post a Comment
Please share with me your questions, doubts...