- Cuatro pimientos rojos cuadrados y carnosos.
- Medio kilo de carne picada.
- Un tomate rallado.
- Dos cebollas hermosas picadas.
- Tres dientes de ajo muy picados.
- Una tacita de arroz ya cocido (que me había sobrado del día anterior).
- Un trozo de pan frito (como dos rebanaditas).
- Dos cucharadas de perejil picado.
- Un huevo batido y harina para rebozar.
- Sal al gusto.
- Aceite.
Como tenía una tacita de arroz hervido del día anterior, en mi línea de aprovechamiento, cuando estaba la carne lista se lo agregué, pero si no tenéis no pasa nada, si fuera poco relleno podéis aprovechar alguna verdura que tengáis por casa como unos guisantes o maíz o un poco de zanahoria hervida o pimiento verde o coliflor o lo que sea. Cuando esté se deja tamplar.
Mientras tanto con una puntilla se corta la tapa de los pimientos con cuidado para poder rellenarlos y los vaciamos de todas las semillas y venas, lavándolos por dentro y por fuera. Se rellenan con la mezcla y se "cosen" con unos palillos con cuidado que no se rompan.
Después se rebozan por huevo batido y harina los pimientos, sólo por la parte de la tapa "cosidas" y se fríen en una sartén pequeña con suficiente aceite como para que cubra el rebozado. Ojo con el aceite caliente. Una vez fritos, los pimientos ya rellenos, se colocan (de pie o acostados) en la fuente donde se van a hornear y precalentamos el horno a 130º arriba y abajo y metemos los pimientos para que se vayan ablandando un rato mientras preparamos la salsa.
En esa misma sartén en la que hemos frito las tapas de los pimientos, dejando sólo unas dos o tres cucharadas de aceite limpio (sin restos de harina que se quema) se fríen las dos rebanadas de pan hasta que estén doradas, se reservan y ahí mismo se rehoga la otra cebolla picada. Cuando esté transparente se añade el tomate rallado, se sala y se deja que se haga durantes unos 15 minutos a fuego lento, luego se pone todo en el vaso de la batidora y se agrega el perejil, los dos ajos picados en crudo, el pan frito y corrige de sal. Debe quedar una salsa clara, si queda muy espesa se puede añadir un poco de caldo, agua o vino, lo que tengáis a mano hasta que la salsa quede un poco más líquida (como una crema de verduras clara, por ejemplo).
Se sacan los pimientos del horno y se añade esta salsa, se meten de nuevo en el horno durante unos 50 minutos, yo los hice a 130º, que es lento pero quedaron muy blanditos pero si no tenéis tanto tiempo podéis subirlos a 180º porque como la carne ya está hecha solo debe terminar de hacerse el pimiento y en unos 35 minutos ya deberían estar listos.
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