06/03/2015

Pesto Rojo (o sobrasada Vegetal y tal)

La entrada pasada (achogchas rellenas de carne) tenía que haberla programado para que saliera después que ésta, ya que uno de los ingredientes era el pesto rojo y se me fue la pinza y la publiqué antes. Pero como nadie se ha quejado o no les ha importado porque mis lectores son muy de improvisación o como mucho me temía, no me lee ni el Tato...
 
Pero como lo bueno de no cobrar ni un duro por esto es que hago lo que me da la gana, pues ahora os planto la receta del pesto rojo y listo. Esta receta la vi como "sobrasada vegetal" y ahora que tengo un miembro de la familia vegetariano, está bien ir buscando recetas nuevas que estén ricas y podamos consumir todos.

 
 
A este pesto rojo o sobrasada vegetal, que de las dos formas le llaman, he llegado a través del blog de Mercado Calabajío, que a su vez llegó a él de mano del blog de Lola en la cocina y ella a su vez lo hizo porque lo vio en lo de Carlos de Vegetal y tal. Es decir, la receta tiene ya su recorrido. Pero al contrario que Mercado y que Lola que apenas cambian alguna cantidad en los ingredientes de la receta original de Vegetal y tal, yo me he permitido varias licencias.
Por lo pronto he usado almendras en lugar de piñones, ¿porqué? Porque no tenía piñones, aunque he de decir que este pesto lo he hecho otras dos veces con piñones y está rico de cualquier manera. Usa los frutos secos que tengas: piñones, avellanas, nueces o almendras. Los frutos secos le dan textura al pesto (sabor también, claro, pero la textura es importante aquí).
 
Tampoco he añadido albahaca fresca, sí, es un pesto sin albahaca, pero con albahaca también lo he hecho y está igual de bueno. Otra vez lo hice con unos pimientos deshidratados que me habían traído de Italia hace (no exagero) como tres años y salió BUENO, lo único que con el tomate está menos duro, como más dulce. Así que lo que voy a hacer en próximas recetas es mezclar tomate y pimiento deshidratado (y así lo voy gastando, que tengo un montón!), pero no os lo pongo en los ingredientes porque yo excepto ese que me trajeron de Italia, no he visto pimientos deshidratados en ningún sitio.
 
Es decir, añade o quita lo que sea secundario pero recuerda que lo que le da la potencia y el sabor a sobrasada es el pimentón, el ajo y las demás especias así que quita y pon según te convenga. Y al lío...
 

 

Ingredientes
1 paquete de 50 gr. de tomates secos (yo usé uno que hay en Mercadona)
1 puñado de almendras
1 ajo sin germen
1 cucharadita de pimentón
1 cucharadita de comino
1 cucharadita de semillas de hinojo
1 cucharadita de orégano
1 cayena
sal al gusto (cuidado que es muy sabroso)
4 cucharadas de aceite de oliva o lo que pida a ojo

Lo primero es hidratar los tomates hasta que estén blandos, una media hora en agua caliente mínimo. No tires ese agua por si necesitamos después un poco de líquido.
Una vez blandos, se les retiran las semillas que pudieran tener con una cucharita, me imagino que si en vez de ser del Mercadona son mejores, esto no sea necesario. Se pican en trocitos.

Ahora ya solo queda juntar todos los ingredientes en un vaso de batidora o picadora y hala, a batir hasta que se forme una pasta. Para que se bata bien se añade un chorrito de aceite y algo de agua de la que se ha reservado de poner los tomates a hidratar. Si la has tirado, agua normal vale, pero si la has guardado, siempre tendrá algo más de sabor.
 

Ahora batir y batir hasta que se triture todo. Una vez triturado se emulsiona con el aceite. El aceite un poco a ojo, unas recetas hablan de dos cucharadas, de tres, de cinco... pues al gusto, hasta que veas que tiene una consistencia de pasta. Y ahora solo queda hervir una pasta y plantárselo encima.


Que si quieres, se puede untar en pan perfectamente y te haces a la ilusión de que es sobrasada. Y congela bien. Y si te queda un restillo por la nevera (donde dura perfectamente una semana) lo puedes añadir a los guisos o a una sopa o a lo que sea, como hice en el relleno de las achogchas de la semana pasada.

02/03/2015

Achogchas rellenas de carne picada

Como ya comenté en la entrada pasada, vino N. de viaje y me trajo unas achogchas. Que ya expliqué que son como pepinos para rellenar, no exactamente pepinos, es entre un pepino y un calabacín con forma de pimiento verde italiano.
Pues las rellené de carne picada y les hice una salsita por encima de pimiento y pesto rojo y estaban muy ricas. Esta misma receta se podría hacer con calabacín si no tenemos (y aquí en España, no tenemos) achogchas.
Ingredientes
6 achogchas
200 gr de carne picada (de vaca, de cerdo o mezcla)
1/2 pimiento rojo grande
2 cebollas
1 ajo
1 vaso de caldo de pollo o de verduras
2 cucharadas de pesto rojo
Perejil picado para decorar
Aceite
Sal y pimienta
1 manojo de judías verdes cocidas de guarnición

Lo primero es abrir las achogchas por la parte de arriba con cuidado, quitar las semillas que son negras y grandes, como las de una chirimoya pero rasposas. Las he guardado para sembrar en el mini huerto y por cierto ¿alguien sabe cuando se plantan aquí en España? supongo que como los calabacines ¿ahora en marzo? Se agradecen comentarios al respecto, no tengo ni idea. 
Se vacían de semillas con una cucharita y se escaldan (meter en agua hirviendo con sal durante un par de minutos), se sacan y se enfrían en bol con agua y hielo para que se corte la cocción.



Mientras tanto, se lavan, pelan y pican todas las verduras. Una de las cebollas se reserva para la carne y la otra es para la salsa. Se rehoga la cebolla del relleno, cuando esté transparente se añade la carne y se deja que se haga. Se sazona con sal y pimienta y se reserva para que se enfríe.


La salsa se puede ir haciendo al mismo tiempo, en un hilo de aceite se rehoga la otra cebolla picada, cuando esté transparente se añade el ajo picado, se le da unas vueltas, se añade el pimiento rojo picado y se deja rehogar unos 15 minutos o más, hasta que el pimiento esté blando. 


Se añade el vaso de caldo, y se deja que hierva. Ahora se añaden un par de cucharadas del pesto rojo y se mezcla bien. Cuando estén todos los sabores integrados, se bate, se pasa por un pasapurés si no nos gusta encontrarnos pieles y semillas y se deja reducir en un cazo a fuego bajo hasta que lleguemos a la textura adecuada (una salsa espesa).

Ahora que el relleno ya se ha enfriado, se rellenan las achogchas y se colocan en una fuente resistente al horno. 
Se napan las achogchas con la salsa y lo metemos al horno, a unos 180º durante unos 20 minutos aproximadamente.

Yo las serví con unas judías verdes (ya sabéis, por lo de la dieta disociada) pero con un arroz blanco o unas patatas fritas hubieran estado genial (soy una gorda!)